martes, 20 de febrero de 2007

Nuestra unión

Esta historia es mucho más larga y complicada de lo que muchos se imaginan, pero con un final feliz, así que no se desanimen.

Nos conocimos en el lugar de trabajo, después de mucho hablar por teléfono por temas laborales, obviamente. Recuerdo la primera vez que escuché su voz, fué como melodía para mis oidos y mi corazón.

Pasaba el tiempo e ibamos teniendo cada vez más feeling. Un buen día (como amigos) me invitó que lo acompañara a Aruba ya que él debía salir cada tres meses del país por ser extranjero y ése parecía ser un excelente destino; era un asueto de Semana Santa, una buena propuesta y yo feliz acepté.

Se podrán imaginar que regresamos enamoradísimos, empatadísimos, enrrolladísimos, porque al regreso cada quien debía retomar su vida en ciudades distintas separadas por más de 300 kilómetros.
Así empezó nuestra historia llena de altibajos, de profundas alegrías y desdicha que puede causar la distancia a los amantes.

Así pasamos un poco más de dos años cuando decidimos vivir juntos y mudarme de ciudad. Pasaban los meses y nos dábamos cuenta que cada vez eramos más felices y las dudas del principio se fueron disipando, así entonces decidimos casarnos, planeándolo casi un poco más de un año.

Decidimos que la fecha sería un 20 de Enero; debía ser un día 20 ya que nos hicimos novios un día como ese, solo que de otro mes y en Enero son vacaciones de verano en Argentina, así que vimos el calendario y era Sábado, así que EXCELENTE, TODO CUADRABA!!!

La noticia fué un gran motivo de alegría para nuestras familias e imagino que un torbellino de emociones al mismo tiempo.

La verdad que es hermoso planear una boda, aunque no mentiré es muy difícil también. Cada detalle sin importancia en el mundo real, cobra proporciones épicas y más aún cuando hay de por medio un pequeño detalle: culturas distintas.

Para mí lo más particular fué el episodio del anillo de boda ó las alianzas. Pues resulta que a los venezolanos nos gusta todo bién representativo por llamarlo de alguna manera, y mientras más ancho, grande y pesado sea el anillo, somos más felices y puede hasta resultar ser un tema de estatus social; por el contrario, en Argentina, los anillos parecen ser del grueso de un hilo dental, me imagino que por ser algo simbólico.

Nuestros anillos fueron hechos en Argentina, es así como casi quería matar al joyero y él a mi por supuesto, ya que el pobre hombre no podía entender lo que yo tenía en la cabeza para desear un anillo más ancho que lo "normal", así después de casi una hora y un agotamiento mental gigante y pese a las sugerencias del joyero y nuestras preferencias, nos decidimos por algo intermedio para mi cultura y un tanto desproporcionado para la otra cultura.

Como ven, así pasa con cada detalle, pero es hermoso.

En nuestra boda, cada detalle había sido planeado, pensado y soñado. Las tarjetas de invitación, el vestido fuera de lo común y que representara la esencia de mi personalidad, los centros de mesa, el lugar, la música, las velas, la comida, en fin, todo era como queríamos.

Es así como llegó el momento de celebrar nuestra unión junto a nuestros seres queridos y amigos, para ambos representaba un momento mágico de dar inicio a otra nueva etapa de nuestras vidas. Somos muy felices y justamente hoy cumplimos un mes de nuestra boda.

Si quieren ver algunas fotos, pueden ir a la siguiente dirección:
http://domingocabrera.net/dc/events/neydafernandez.html